“Estamos más preparadas, pero nos hace falta creernos, salir más y buscar esas posiciones”, afirma Jeanette Leyva Reus, periodista especializada en temas económicos, tecnológicos y de ciberseguridad con más de 15 años de experiencia; que publica la columna “Moneda en el aire” en el periódico El Financiero y es colaboradora de El Financiero Bloomberg Tv. Jeanette es licenciada en Contaduría con varios cursos de periodismo y ha realizado coberturas periodísticas en España, Brasil, Chile, Japón, Estados Unidos, entre otros países. Acapulqueña y, como tal, abierta.
“Cuando yo empecé fue en un medio local, en Novedades de Acapulco, y cuando llegué a colaborar, eran solamente hombres. Las únicas mujeres éramos la secretaria, la hija del dueño y yo, que estaba empezando”, recuerda. Sin embargo, considera que ese ambiente fue su mejor escuela para aprender como tratar, tener límites, defenderse y comportarse en diferentes ambientes dominados por hombres. “Todos fueron muy respetuosos y me enseñaron, desde el que cubría policiaca hasta deportes, yo trabajé con cada uno de ellos”.
La llegada a la Ciudad de México sí fue complicada, “porque te ven mujer, te ven joven y creen que no sabes. Yo traía una experiencia de muchos años como reportera, si bien era novata en el sector financiero, pero además mi formación profesional, soy contadora, tengo una especialidad en impuestos, he hecho muchos cursos, y eso también me permitía defenderme en el mundo de los números, porque cuando alguien creía que no sabía qué era el activo, pasivo o el capital contable, pues con la pena, la base de mi carrera es contaduría y eso me permitió defenderme mucho en el mundo financiero y entender mucho de los números”, explica, y aconseja a quienes se inician en el periodismo financiero que estudien, se informen, “porque los números no mienten, los números siempre te van a hablar y te van a decir cosas interesantes si sabes interpretarlos”.
Jeanette Leyva no tiene preferencia entre trabajar con hombres o mujeres en el mundo financiero, salvo alguna excepción, considera que le ha tocado parejo. Tampoco hace distinción en quién provienen malas vibras. “La envidia no tiene género. Si la sientes y la percibes, pues hay que seguir adelante y no demostrarla a las otras personas, más bien demostrarte a ti misma que eres la que eres y puedes hacer las cosas para las que te contrataron”. Jeanette afirma que nunca se sintió discriminada por ser mujer, pero sí por ser reportera de un medio de comunicación.
En su memoria prevalecen las buenas referencias de mujeres con las que ha trabajado en el sector financiero, “que te explican, que te ayudan, que te apoyan, creo que ha ido cambiando mucho de 20 años a ahora la forma como las mismas mujeres nos relacionamos y trabajamos, ha ido mejorando”.
En el periodismo, Leyva se refiere con aprecio a Alicia Salgado, quien cubría la fuente del sector bancario cuando llegó a El Financiero. “Fue una gran compañera, me enseñó mucho, me abrió las puertas al sector, siempre me llevó de la mano a presentarme a todas las fuentes”.
Del sector financiero enlista a varias: Ana Botín, presidenta de Grupo Santander; Jane Fraser, presidenta de Citi Group y quien estuvo en México como responsable para América Latina; Irene Espinosa, subgobernadora del Banco de México; Lorenza Martínez, ahora directora general de Banco Actinver. Todas mujeres inteligentes y con poder, al tiempo que agradables y amables. Y puntualiza con ironía: “son mujeres muy importantes que han sabido no perder que –aunque no les guste a los caballeros–, las mujeres somos más cálidas”.
Leyva pone de ejemplo a Ana Botín: “es una mujer súper inteligente, agradable y abierta, es una persona que admiras porque llegó con un apellido tan importante a dirigir un banco, y ha logrado mantenerse todo este tiempo y darle su propio sello”.
Asegura también que hay muchas mujeres destacadas, pero algunas no son personajes públicos y es lo que les falta, “porque son un referente en sus empresas y en el mundo financiero y podrían ser ejemplo para mujeres que vienen detrás”. Considera que las mujeres siempre han buscado espacios de liderazgo en su localidad, en la política, en las empresas, pero ahora son más visibles.
“Estamos preparadas para ocupar cualquier puesto, las mujeres somos mucho más exigentes”, y explica el obstáculo de dicha exigencia, recordando lo que le contó un banquero: “yo pongo un puesto de vicepresidente cualquiera y me llegan 10 currículos de hombres que, aunque no llenen los requisitos, se presentan, y me llega solo uno de mujer, ¿por qué? Porque las mujeres son mucho más exigentes en decir ‘no, no cumplo todos los requisitos’. Tengo que estar buscando mujeres y decirles ‘oye tú reúnes los requisitos, preséntate para el puesto’.” Y concluye Leyva: “somos mucho más exigentes y a lo mejor por eso no vemos tantas mujeres en puestos importantes, por esa exigencia que nos tenemos. Estamos más preparadas, pero nos hace falta creernos, salir más y buscar esas posiciones”.
Ya no ve trabajos exclusivamente para hombres o para mujeres, lo que hay son “pocas mujeres sintiéndose capaces para estar en ese mundo”, afirma y estima que influyen muchos factores que ponen límites: los padres, la sociedad, los estereotipos, pero “el límite no existe, puedes estar donde quieras y cuando quieras, siempre y cuando lo quieras y lo deseas, lo puedes hacer”.JL
“Hay que seguir impulsando que no hay límites. Más bien los hombres no pueden estar en muchas cosas en las que las mujeres sí podemos estar”, remata.